No
hay nada más importante para un desempleado que su postura ante
una realidad que lo adversa. Como he comentado en artículos anteriores,
el despido o el retiro voluntario deben ser vistos como una oportunidad
para renovarse, mirar el camino y seguir adelante; pero ello exige una
serie de elementos que no pueden ser desconocidos en el cambiante mundo
de hoy, cuyo valor imprime en quienes los practican esa energía
propia de aquellos que ven el fracaso como un éxito diferido, con
una visión de triunfo futuro, donde el retraso permite madurar
ideas, acumular experiencias y aprender. He aquí los hábitos
comunes de las personas que no se rinden, que aún cuando observan
una economía deprimida y una altísima escasez de ofertas,
no esperan impacientes el futuro, lo crean.
Primer
hábito: Procuran Presencia Virtual. El profesional
de hoy sabe que las costumbres han cambiado, que ya no se
trata de llenar planillas en las empresas y esperar ser considerado
para posiciones vacantes. Las organizaciones modernas poseen
o acceden servicios en línea cuya facilidad de establecer
los criterios de búsqueda hacen más rápido
ubicar a los candidatos que requiere evaluar. Es por ello
que estar presentes y mantener una información actualizada
en los sites de empleos, de mayor demanda, es un requisito
indispensable para quienes desean tener acceso a las empresas
que requieren personal. Esto también implica conocer
el ciclo de actualización de las mismas y visitarlas
recurrentemente.
Segundo
hábito: Usan el Correo electrónico.
Atrás quedaron las largas listas de números
telefónicos que pretendían facilitar el contacto
con el aspirante y las repetidas impresiones del resumen curricular.
El profesional actual posee un correo electrónico,
por el cual envía y recibe la información laboral
que requiere o le es solicitada. Sabe que la mayoría
de las empresas han ido asimilando el concepto de recepción
curricular on line, ya que ello reduce costos de espacio por
concepto de archivos y evita interminables colas de candidatos.
Tercer
hábito: Invierten en Medios Especializados.
Aún cuando la tendencia empresarial se orienta más
a poseer anuncios virtuales en páginas web, la presencia
de medios impresos especializados no ha dejado de existir,
la adquisición constante de tales publicaciones permite
tener acceso a aquellas búsquedas que pueden o no estar
presentes en la red reduciendo el costo de oportunidad. En
alguno de ellos el profesional puede mercadearse, lo que amplia
las probabilidades de éxito.
Cuarto
hábito: Se Mantienen Actualizados. Una vez
desempleado, este profesional asume de inmediato la necesidad
de mantenerse actualizado, ello se debe a que los periodos
de espera pueden superar el año, de acuerdo al nivel
o posición donde se preste servicios, o a la situación
del mercado laboral, por lo que resulta ineludible consultar
medios electrónicos o impresos que faciliten información
reciente relacionada con el ejercicio profesional, así
como la visita y participación en foros, charlas y
cursos, entre otros. La adquisición o consulta de literatura
relacionada con su profesión está incluida en
este hábito, pues si no posee disponibilidad económica
para comprarla visita con regularidad bibliotecas u otras
fuentes.
Quinto
hábito: Desarrollan una Mente Abierta. Este
es uno de los hábitos más exigentes, pues impulsa
al profesional desempleado a explorar alternativas distintas
a su experiencia y especialidad, ofreciéndole la oportunidad
de probar suerte en otras áreas donde no ha desarrollado
totalmente sus competencias. Esta actitud facilita la inserción
en el mercado laboral y permite mantener activa la mente e
incrementa la motivación. Además de lo anterior,
pone en contacto al individuo con otras personas quienes pueden
servir de enlace o referencia en futuras contrataciones.
Sexto
hábito: Están en Constante autoevaluación.
El desempleado altamente efectivo está en la búsqueda
constante del mejoramiento de su imagen, vocabulario y lenguaje
corporal, se autoevalúa, conoce sus debilidades y fortalezas,
lucha por superar las primeras y maximizar las últimas.
Se adelanta a los requerimientos del mercado y se procura
complementar su experiencia adquiriendo nuevos conocimientos,
a fin de cumplir con los actuales requisitos de multihabilidad
y experticia.
Séptimo
hábito: Mantienen una Actitud positiva.
Este profesional desempleado está al tanto de la situación
laboral que posee su entorno, posee una visión holística
de la realidad, por lo que califica de positiva cualquier
experiencia, entrevista o selección que no lo favorezca.
Ello en vez de desanimarlo lo impulsa a continuar y alimenta
su autoestima, pues extrae el aprendizaje y se enriquece con
él.
El
desempleo es un estado transitorio, el cual depende principalmente
de dos factores: el primero, en lo cual poseemos poca inherencia,
está representado por la realidad social de un país,
incluyendo el uso coherente de políticas de inversión
que impulsen el desarrollo económico de las empresas para
que éstas puedan abrir su fuente de empleos. El segundo factor
corresponde a la actitud personal con que se enfrente la desocupación.
El empleo no llega por azar en la mayoría de los casos, de
lo contrario el mercado laboral no sería tan competido. La
contratación es el producto de la preparación, habilidad,
agudeza visual ante la oportunidad, la sensibilidad y empatía
que posea el aspirante, si a ello le sumamos los siete hábitos
comentados anteriormente, podemos asegurar que el éxito tocará
la puerta en cualquier momento.