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Construcción de la autoestima y su importancia en la empresa (y 2)

Cris Bolívar y Cecilia Vargas

 

CÓMO AYUDAR A CONSTRUIR UNA AUTOESTIMA POSITIVA

 

Proceso externo de construcción de la autoestima

El proceso externo está dado fundamentalmente por la influencia que los demás, en general, tienen sobre el aspecto emocional de la persona.

Cuando sea necesario que la persona mejore aspectos de su conducta, será más adecuado que el planteamiento del problema se exprese de manera clara y precisa, haciendo respetar normas y límites, pero considerando evitar algunos aspectos que claramente afectan la autoestima.

 

Como ya se ha dicho, la crítica es uno de ellos. Otros son las reglas y los deberes inflexibles, así como el perfeccionismo.

Estos también inciden negativamente en la autoestima, porque no dan libertad y hacen que nos sintamos agobiados y con la sensación de no haber logrado nunca las metas.

 

Es adecuado realizar los planteamientos y observaciones sin generalizar el problema hacia aspectos de la personalidad. Debemos centrarnos en la conducta, no en la persona.

 

Otro factor muy negativo para la autoestima, es el hecho de repetir reiteradamente las características negativas de la persona.

 

Es decir, los demás pueden o no ayudar a tener una buena autoestima, especialmente las personas con las que se está involucrado afectivamente, alguien a quien se admire o a quien se considere mucho, haciendo aportes para que se tenga una evaluación positiva de uno mismo y de sus actos, esto sin dejar de mencionar que este entorno es también el que ofrece oportunidades adecuadas y precisas en que se pueden obtener éxitos y en general, experiencias que permitan hablar bien de uno mismo y con las cuales uno se sienta satisfecho.

 

Proceso interno de construcción de la autoestima.

La persona también realiza una construcción interna según sus propias experiencias. Esta construcción va a ser positiva o negativa según lo sean esas experiencias y el criterio de evaluación que se haga de ellas, es decir, va a estar en estrecha relación con decirse a sí mismo: "yo pude", "lo hice bien", "merezco quererme".

Es como un premio hacia sí mismo, que a su vez se va a convertir en la energía para hacer otras cosas bien hechas, de manera acertada.

 

Una buena autoestima es el motor que desencadenará asertividad en las funciones afectivas y sociales que va a permitir que se obtenga como resultado agrado, satisfacción, gusto y amor por lo propio. A su vez, estas últimas sensaciones generarán una retroalimentación que recaerá nuevamente sobre la construcción de la autoestima positiva que se ha generado, aumentando de esta manera su potencial también positivo. Incluso y gracias a esto, podrá ser el mismo individuo quien mejore luego sus resultados como desafío propio y para una mayor satisfacción personal.

 

 

 

Sin embargo puede pasar también lo contrario, en que el individuo se vea enfrentado a resultados o experiencias desagradables, a errores e insatisfacciones, provocando repercusiones con una carga afectiva negativa acompañado de autoacusaciones y autocastigos que le aportan y le provocan una información muchas veces distorsionada y que le conduce a un actuar deficiente con resultados de las  mismas características o incluso peores.

 

De esta manera se generara un "círculo vicioso", que si daña la autoestima habrá que interrumpir atendiendo determinados aspectos como incentivar a que el individuo valore más el proceso que el resultado y que aprenda de sus errores.

Esto se ve favorecido si va acompañado de palabras positivas que el sujeto se diga a si mismo (diálogo interno) como "lo hice bien", eludiendo frases de negación, es decir,  en vez de decir, "no debo volver a hacer tal cosa", decir "de ahora en adelante debo procurar hacer tal otra", y evitando también las frases negativas cambiándolas por aseveraciones positivas. Es decir, cambiar una frase como "lo hice todo mal" por otra como "debo mejorar"o "hare lo posible por mejorar".  

Otro aspecto que favorece el desarrollo de una autoestima positiva es facilitar alternativas con objetivos más adecuados al nivel de desempeño y capacidades, para lo cual será necesario conocer a la persona para que de esta manera podamos ayudarlo a conocerse a sí mismo a través del descubrimiento gradual de sus potencialidades, las que serán el motor para la superación y para poder emprender nuevos desafíos.

Así al desarrollar dichas potencialidades, será posible disponer de nuevas herramientas y de más posibilidades para hacer nuevas cosas. Con ello también podrá adquirir nuevas experiencias y como consecuencia más conocimiento del entorno y de si mismo, factor fundamental para realizar acciones futuras en forma asertiva.

 

 

 

 

LA AUTOESTIMA POSITIVA

§         La persona que tiene una autoestima positiva, experimenta un sano sentimiento de agrado y satisfacción consigo misma.

§         Se conoce, se acepta y valora con todas sus virtudes, defectos y posibilidades.

§         Siente además que las limitaciones no disminuyen su valor esencial como persona y se descubre como alguien "querible" por lo que es en sí, y descubre la importancia de cuidar de sí.

§         Quien posee una autoestima positiva también acepta y valora a los demás tal cual son; puede establecer relaciones de sana dependencia comunicándose en forma clara y directa con los demás.

§         Se ve favorecido con la capacidad y la buena disposición para permitir que los seres queridos sean lo que ellos elijan, sin presionarlos para inducirlos en sus preferencias.

§         Es una persona que tiene el valor de asumir riesgos y enfrentar los fracasos y frustraciones como oportunidades para aprender a crecer y los asume como desafío, separándolos  de sí mismo.

§  Logra aprender de los errores cometidos tratando de no repetirlos.

 

 

 LA AUTOESTIMA NEGATIVA

§         Se dice que una persona tiene autoestima deficiente o  negativa (como nociva) cuando las apreciaciones de su autoevaluación y autovaloración le hacen daño y hay carencia de estima hacia sí mismo.

§         Este tipo de personas se siente descontenta consigo misma, pues se considera de poco valor, e incluso en casos extremos, se observa sin valor alguno y por lo tanto "no querible".

§         Está convencida de que no tiene aspectos positivos para enorgullecerse, tiene conciencia de sus defectos, pero tiende a sobredimensionarlos.

§         No conoce ni sabe quién es, ni cuáles son sus capacidades y habilidades que la hagan digna de ser querida por ella misma y por los demás.

§         Es frecuente encontrar una actitud excesivamente quejumbrosa y crítica, triste, insegura, inhibidas y poco sociable, perfeccionista, desafiante, derrotista, y parecen poco vitales, les falta espontaneidad y presentan agresividad.

§         También manifiestan la necesidad compulsiva de llamar la atención y de aprobación, la necesidad imperiosa de ganar, un temor excesivo a equivocarse: prefieren decir "no sé".

§         Tienen un marcado sentido del ridículo, y el temor a errar los hace poco creativos.

§         Prefieren ser descritos como flojos y no como tontos.

§         Con los demás, constantemente busca su apoyo y aprobación.

§         Oculta sus verdaderos sentimientos y pensamientos cuando cree que éstos no concuerdan con los de los demás.

§         Tiene dificultad para aceptar y valorar a los otros como son: trata de cambiarlos para satisfacer sus necesidades y expectativas a través de ello.

§         Es una persona con una gran necesidad de sentirse querida y valorada, y como es dependiente de los demás para su autovaloración, presenta una especial sensibilidad ante cualquier actitud de los otros que la hagan sentirse postergada o rechazada, sin lograr establecer sanas relaciones de dependencia y plantear sus ideas claramente por miedo al rechazo.

§ Su reacción frente a un error particular se transforma en una crítica generalizada a todo lo que es como persona.

 

 

Hoy en día la empresa y las personas que la forman están viviendo de forma permanente procesos de cambio y transformación. Para afrontar estos procesos con éxito, es necesario poder ver los retos como oportunidades más que como amenazas. La autoestima juega un importante papel a la hora de falicitar un encuadre positivo o negativo de la siutación.

 

En la medida en que creemos en nosotros mismos, ponemos más energía positiva y perseverancia ante los retos y desafíos del entorno, ello suele llevar a obtener éxito en mayor medida, lo cual refuerza de nuevo nuestra autoestima cerrándose así un círculo positivo de autoestima y energía para afrontar los cambios.

Lo contrario ocurre desde la autoestima negativa, que promueve un círculo negativo de éxito y tolerancia a la incertidumbre, al cambio, a los retos.

 

La palabra crisis en chino:

peligro y oportunidad oculta

 

 

 

 

 

 

Cuantas más elecciones y decisiones necesitemos tomar conscientemente,

más urgente será nuestra necesidad de autoestima

 

 

Cris Bolívar y Cecilia Vargas

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