La
cultura de la comunicación interna
José
María Cardona
1.-¿Por
qué la información dentro de la organización?
El
Directivo debe comenzar por admitir que, en el uso de su autoridad,
no ejerce un derecho, desempeña una función, realiza
un servicio: el de hacer trabajar juntos, armoniosa y eficazmente,
a unos hombres que, sin excepción alguna, le son superiores
en uno u otro aspecto.
Dirigir es, en la medida de lo posible, obtener la adhesión
de unos hombres libres a un objetivo común respondiendo a
la vez a sus aspiraciones personales. Visto por los agentes de empresa
el trabajo puede ser visto como la peor de las servidumbres, lo
cual es verdad con demasiada frecuencia. Y sin embargo, debería
ser una ocasión de pleno desarrollo y de realización
personal. Lo cual implica poder situarse en la colectividad para
conocer los fines y las razones de su trabajo, hacerles capaces
de tomar iniciativas, que ejercerzan sus aptitudes de innovación
y participen en las decisiones que le conciernen. Esto no es posible
sin una buena circulación de información descendente,
ascendente, lateral y diagonal, en los campos sociales, económicos
y técnicos, y tanto por lo que respecta a la empresa como
a su ámbito exterior.
La circulación de la información es necesaria para
la buena marcha de la organización. Esto, implica de una
u otra manera, liderazgo en todos los niveles directivos.
Por tanto, la información existirá si cada uno de
los miembros de la colectividad funciona correctamente en tanto
como receptor y emisor, sin dar ocasiones a motivaciones subjetivas.
Hay, pues, que dar vueltas al tema, empujado a todos a acoger la
información, a procurársela, a comprenderla y a transmitirla.
La práctica de la información es muy exigente: cuanto
más se desarrolla, más se siente su necesidad; cuanto
más se mejora, más su presentación debe ser
cuidadosa y renovada. Una vez iniciado el camino, no se puede sino
progresar. ¿No es esa la ley de la empresa?
Puede ser que se informe sin que se comunique realmente. Esa es
la causa de que bastantes informaciones descendentes y ascendentes
no alcancen su objetivo. La comunicación, al exigir el diálogo,
expresa una forma de relación. Una verdadera corriente de
comunicación no ha de apoyarse necesariamente sobre un gran
volumen de informaciones, ni tiene por qué recurrir a múltiples
soportes.
El papel de los directivos de la empresa está en intervenir continuamente
en las acciones necesarias para que la comunicación circule convenientemente
por la empresa, de uno a otro grupo, de una a otra persona. El éxito
de una buena política de comunicación requiere una doble
preocupación en aquellos que dirigen la empresa: transmitir lo
que saben a sus colaboradores y también escucharlos.
2.-
Principios Generales
"Que
mi jefe hable conmigo", aunque parece una simpleza, encierra grandes
dificultades que es necesario remover.
La responsabilidad de poner en marcha la comunicación interna
es de la alta dirección, y, particularmente, el máximo
ejecutivo. La ejecución y el protagonismo debe recaer en
la cadena de mando, en todos los directivos y mandos intermedios.
La comunicación se asemeja a una gran máquina hidraúlica,
en la cual el motor que bombea y hace funcionar todo es la Dirección.
Si la Dirección deja de bombear, toda la maquinaria se para
y no funciona. Así ocurre con la comunicación, si
la Dirección no bombea, dejará de existir comunicación
en la organización.
La unidad de comunicación interna no es más que un
instrumento para apoyar a todos los directivos. La función
y las acciones de comunicación interna tienen un enfoque
más basado en el emisor, la dirección, que en el receptor.
La participación de los colaboradores a través de
opiniones y sugerencias entra en marcha si previamente reciben información.
Existen un par de planteamientos de partida que están ahí:
a) Los objetivos de los trabajadores, tanto a nivel profesional como personal
(seguridad, estabilidad, mayor remuneración, promoción,
tiempo libre, retos profesionales), normalmente son distintos de los objetivos
que persigue la alta dirección (rentabilidad, competitividad, espíritu
emprendedor, menores costes...) b) No se deben confundir los problemas
de comunicación con los de gestión; a veces se escucha "Aquí
hay un problema fuerte de comunicación", cuando lo que en realidad
pasa es que el problema es más de contenidos: indefinición
de políticas, objetivos y criterios, que de formas de decir o contar
las cosas. En materia de comunicación es muy fácil que nunca
sepamos quién decide.
3.-
Las Responsabilidades de la Alta Dirección
-
Saber que la clave para que la comunicación interna funcione
es "que mi jefe hable conmigo", es decir, la implicación de
la línea ejecutiva en el proceso de comunicación.
-
Definir los contenidos de la comunicación interna y concretar
lo que se va y lo que no se va a informar. Hay empresas en las que
su comunicación interna son puros fuegos artificiales: hacen
mucho ruido con temas culturales, y luego tienen pocas nueces en lo
que afecta a la comunicación necesaria para vender sus productos
o fijar sus políticas de desarrollo profesional, por ejemplo.
-
Coordinar y distribuir las responsabilidades de comunicación
entre la línea ejecutiva y la unidad de comunicación
interna dentro de los comités directivos adecuados.
-
Dar ejemplo en el proceso de comunicación.
4.-
Las Responsabilidades de la Unidad de Comunicación Interna.
- Actuar
como altavoz de la alta dirección para transmitir los mensajes
directamente ligados a ella, que tienen que ver con la visión,
misión, objetivos generales, valores culturales... Muchas veces
existe demasiado exceso de información. Y este exceso es precisamente
de datos que no son necesarios a la hora de tomar una decisión.
Un volumen grande de información se origina por no tener clara
la misión y los objetivos de la empresa. Este apoyo se concreta
en dos sencillas acciones: canalizar los mensajes y traducirlos para
que sean correctamente comprendidos por todos.
-
Ayudar a la línea ejecutiva en las acciones o procesos derivados
de sus responsabilidades. Este apoyo puede hacerse desde dos frentes:
generando un estado de opinión en la plantilla y actuando como
proveedor o consultor de servicios de comunicación a la dirección.
-
Crear un marco general de información / comunicación
que consiga que todas las informaciones internas y externas respondan
a una política determinada y definida, a un estilo homogéneo
e integrado y no rivalicen ni compitan entre sí. Ésa
es la clave: ligar cada noticia concreta a la misión o a un
objetivo general de la organización.
5.-
Las Responsabilidades de la Línea Ejecutiva.
- Asumir
las responsabilidades que se derivan de su cargo, entre las que figura
también la comunicación con su gente. La función
directiva no consiste sólo en las antiguas responsabilidades
de planificar, organizar, dirigir y controlar (Fayoll), sino que va
más allá. Dirigir es integrar, representar, escuchar,
crear equipo, y esto no se logra sin comunicación con las personas
que dependen de nosotros. "Comunicarse con su gente" consiste también
en transmitir fielmente las instrucciones de la dirección.
No distorsionar o desvirtuar los mensajes al transmitirlos a su equipo.
-
Utilizar los medios y los procedimientos de comunicación previstos
por la organización y hacer circular la información
que genera cada área o división entre el resto de la
organización por si pudiera ser de interés para todos.
Muchos
directivos cuando oyen hablar de comunicación creen que "eso"
no va con ellos, que ya tienen bastante con "trabajar".
Para el éxito de la práctica de la información
dentro de la empresa la primera condición es que funcione
bien la comunicación descendente. En la medida en que así
es empieza a funcionar bien la ascendente. En tercer lugar se pone
en marcha la lateral, que suele ser siempre la más deficiente
en cualquier organización. Y es precisamente esta comunicación
lateral la que crea valor, rompe los reinos de Taifa creados en
las empresas entre los distintos departamentos y da horizontalidad.
De nada sirven los instrumentos y métodos para la información
si no van precedidos por un deseo y un espíritu favorable a la
comunicación interna entre todos los trabajadores. Es una cuestión
de espíritu (cultura). El liderazgo de las personas clave dará
con las habilidades correspondientes para comunicar dentro de la empresa.
Las técnicas de comunicación no crean líderes, los
líderes las crean a ellas.
José
María Cardona
Socio-Director
Cardona Labarga