La
imposibilidad como obstáculo. ¿Qué hay detrás
de ella? En oposición a la versión ingenua de la misma
Rodolfo
Soto
Te
propongo que:
1) Escribas una situación deseada y que no hayas podido lograr
(preferentemente actual).
2) Luego determina dos o tres razones por las cuales no la hayas
podido lograr.
3) Recién después lee la nota que sigue.
En
un estudio realizado recientemente, se determinó que de doce
participantes diez otorgaron "excusas", y "justificaciones" a las
causas de sus imposibiliddes de logro. Solo dos personas pudieron
centrarse en "razones", "limitaciones concretas que la persona tuvo
para alcanzar aquel objetivo o deseo".
¿De que se trata esto? ¿Del nivel socioeconómico
de las personas que participaron en el estudio? ¿De su formación
profesional?
No. Se trataba de una muestra de población clase media hacia
arriba, de formación universitaria y de carreras humanísitcas
finalizadas o próximas a graduarse.
Esta muestra "no azarosa" es representativa porque condensa el imaginario
social que subyace en nuestra población cultural: Argentina 2006,
determinada por su contexto historico, político y religioso.
De
cada 10 entrevistas laborales que llevo a cabo, más de la
mitad tiene dificultades para determinar "aspectos a mejorar", o
"debilidades". ¿A qué se debe esto?
La minoría que responde mi pregunta lo hace con soltura,
sin ningún titubeo o vergüenza, muy por el contrario
suelen darme alternativas posibles de resoluciones actuales frente
a un problema determinado, un camino alternativo o un plan de acción
que estan llevando a cabo, o simplemente la anécdota de aprendizaje
frente a una situación que no pudieron liderar, o que trajo
aparejado algún tipo de fracaso.
Ahora bien, ¿Por qué estos candidatos hablaban con
soltura de sus aspectos a mejorar, conociéndolos en profundidad,
e incluso narrando que están trabajando para modificarlos;
mientras que los otros, ni siquiera podían nombrar algún
aspecto a mejorar?
Detrás de este "ocultamiento" o "falta de conocimiento" sobre sus
debilidades, uno podría interpretar: miedo, temor a mostrar "la
parte negativa de uno", pero acaso: ¿Quién no tiene algo
que mejorar? ¿Quién no está trabajando para ser mejor
y dejar de lado los aspectos que no le son beneficiosos?
La
respuesta sería, las personas que no están enfocadas al
crecimiento permanente y el desarrollo contínuo. Pues bien, hay
gente que lo desea pero todavía no está en la ruta correspondiente.
¿Y quienes son ellos? Estudiando estos dos perfiles tan discímiles,
con los que me enfrento habitualmente en mi práctica diaria, como
Responsable de RRHH de una compañía que ofrece Soluciones
de Negocios y Tecnología a nivel Regional, en las entrevistas de
selección de personal me encentro con que esta diferencia se debe
a que son dos skills totalmente distintos:
- Las
personas que cuentan con dificultades para mencionar sus debilidades
o aspectos a mejorar son skill juniors.
- Mientras
que las personas que pueden hablar con facilidad de sus debiliaades,
errores o aspectos a mejorar, cuentan un seniority destacado en
cuando al conocimiento y experiencia desarrollo por su persona,
considerándolas Senior.
¿Cómo
desarrollar el crecimiento personal?
El enunciarlo de esta manera me permite pensar en frases de divulgación
corriente, que pierden el sentido específico que conllevan
al ser difundido con tanta facilidad que se olvida el significado
específico que contienen. Para ponernos de acuerdo, estamos
hablando de motivación, de confluencia de deseos
personales y logros obtenidos o encontrados.
Cuando comentábamos el primer estudio (el de situación
deseada y no alcanzada) apareció como factor limitante y
en primer lugar del ranking el factor "Tiempo",
conretamente la frase que mas se escuchó fue "No tuve tiempo".
"Es decir, el tiempo es un problema escencial. Quiero decir que
no podemos prescindir del tiempo. Nuestra conciencia está
continuamente pasando de un estado a otro, y ése es el tiempo:
la sucesión. Creo que Henri Bergson dijo que el tiempo era
el problema capital de la metafísica. Si se hubiera resuelto
ese problema, se habría resuelto todo... Siempre podemos
decir, como San Agustín: ¿Qué es el tiempo?.
Si no me lo preguntan, lo sé. Si me lo preguntan, lo ignoro.
" [Jorge Luis Borges, "Borges oral, Conferencias",
"El tiempo", pag 112, EMECÉ]
Esto llevó a preguntarnos ¿Quién tiene tiempo?
¿El tiempo no es acaso lo que siempre falta?
Entonces, si alguien tuvo tiempo de almorzar, de hablar por teléfono,
de constestar mails, de hacer x y x acciones, ¿Por qué
no tuvo tiempo de realizar la que dice que deseaba hacer?
Entonces, "no es que, no tuvo tiempo", sino que dentro del nivel
de prioridades otorgadas a "su situación deseada, y que no
pudo lograr" le otorgó un nivel de prioridades que
no condice con lo que supuestamente deseaba alcanzar.
De esta manera, pasamos de una excusa al análisis del nivel
de prioridad que le otorgamos a nuestro "supuesto deseo"; y de
éste a la pregunta: ¿Realmente deseaba, anhelaba, esa situación?
Si
me respondo de manera afirmativa, ¿Entonces por qué
no le dedique el tiempo suficiente para obtenerla?
Esta es una técnica relacionada con la Indagación
y por ende con el Proceso de Coaching (Crecimiento Personal
y Profesional), en el cual estamos trabajando la
Imposibilidad.
Podemos contrastar esta manera de trabajar con la graciosa y lamentable
escuela del "Tu puedes", donde se escatiman esfuerzos para un verdadero
análisis integral de la sitaución, dejando atrás
causas y raíces de la misma, para dar curso a la imperativa,
repetición y sistematizada frase, como si el crecimiento
se lograra por repetición, como escuchar un cd rallado.
No te olvides nunca que vos sos el Responsable de tus hechos, de tu futuro,
y de tus elecciones. Ahora que te presenté algunas vivencias mías,
espero haber contribuído con mis humildes aportes para que tengas
mas elementos y puedas diferenciar, optar y decidir por el camino correcto,
tu deseo, tu verdadero desarrollo personal y profesional, y no el del
engaño.
Rodolfo
Soto
Licenciado en Psicología