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La visualización, el primer paso para conseguir el éxito

Antonia Rodriguez

 

Imagínese que mañana tiene una reunión donde debe hacer una presentación ante un cliente que le podría reportar a su empresa importantes beneficios. Lo primero que hace es ponerse nervioso ya que la idea que le asalta es "no puedo perder este cliente, sería algo nefasto para la empresa, pero ¿usted cree que esto es lo que debe hacer? Por supuesto, que no. Lo que debería hacer es un reset, reiniciar de nuevo su procesador mental y plantearse la situación de una forma más positiva.

Para ello, la visualización es una técnica muy efectiva a la hora de enfrentar situaciones que nos pueden generar estrés. Visualizar consiste en crear en nuestra mente la futura situación que debemos afrontar, imaginarnos esta situación y cómo actuamos, qué sentimos y qué pensamos. El hacer este ejercicio nos permite familiarizarnos con la situación, ganar autoconfianza y preparar respuestas eficaces ante posibles adversidades.

Lo primero que debería hacer es relajarse e imaginarse que se levanta al día siguiente, piense en las diferentes sensaciones que le producirá: la ducha, el café recién hecho, el traje con el que se siente más cómodo, etc. Tiene que sentir los olores, los sonidos, las imágenes, los sabores y también las sensaciones en su piel para que el ejercicio de visualización sea realmente efectivo.

Después debe pensar que entra a la oficina y prepara todo para que cuando llegue el cliente esté todo listo: documentación, apoyo audiovisual, etc. A continuación llega el cliente lo saluda y empieza su reunión, puede ver y sentir (que es aún más importante) que lo está haciendo bien y el cliente le empieza a hacer preguntas qué usted va contestando (debe imaginarse distintas preguntas con sus posibles respuestas).También debería imaginarse que suceden imprevistos como por ejemplo que no funciona el apoyo audiovisual que iba a utilizar (estas cosas pasan.) pero lo soluciona ya que lleva la documentación preparada por si acaso surgía algún problema técnico, y así sucesivamente, visualizar distintas situaciones o escenarios.

Nos vamos imaginando las distintas acciones que vamos realizando hasta el final de la situación que debemos afrontar, una acción detrás de la otra (como una meta detrás de otra), esto hace que nos vayamos sintiendo más seguros. Tendríamos que ir planteando distintas situaciones o escenarios: por ejemplo, el cliente nos cuestiona un punto concreto de la presentación y nosotros, aunque nos pongamos nerviosos porque ese era el punto más débil de nuestra presentación, al final argumentamos de manera que el cliente queda satisfecho. El pensar o mejor dicho visualizar distintas situaciones nos permitirá ir preparados para afrontar los distintos imprevistos que puedan surgir y salir airosos de ellos. Esto permitirá que la situación ya no nos parezca nueva, con el ejercicio de visualización nos hemos familiarizado con los distintos escenarios creados en nuestra mente, diferentes situaciones y las posibles respuestas para conseguir el éxito que nos proponemos.

Qué importante es visualizar, pero visualizar el éxito, ya que las personas que tienen una autoestima baja también visualizan, pero por desgracia, visualizan el fracaso. "Me va a salir mal, seguro que pierdo este cliente, no voy a saber argumentar los puntos más débiles de mi presentación". Hay personas que ante una situación de amenaza solo saben visualizar el fracaso, y muchas veces este fracaso se les convierte en una imagen recurrente, lo que hace sentirnos aún más nerviosos y que finalmente sea el fracaso la única situación que han planificado y con la cual se sienten familiarizados.

 

Antonia Rodriguez

Consultora Humanus Consulting