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El poder de la motivación (1)
Las
personas actúan por diferentes motivaciones. Si sabemos cuáles son y se
asignan tareas en función a estas, aprovecharemos mejor los potenciales
del personal en las compañías y aumentaremos su productividad.
Paralelo a la integración global que pretende la empresa para una acción más eficiente y competitiva, o como irreversible ajuste al medio con respecto al cambio económico, científico, tecnológico, político y organizacional, debe considerarse lo que corresponde al activo humano. Esto es así porque las personas están involucradas en forma directa con la compañía, además porque todo movimiento que realice la organización estará condicionado por el grado motivacional del trabajador, considerado desde su perspectiva individual y grupal.
El poder de la motivación son impulsos que nos hacen actuar; son mecanismos que parten desde nuestro fuero interno, que nos guían prácticamente hacia el exterior y nos retratan en un momento dado, produciendo una imagen muy acertada de nuestra verdadera personalidad. En algunas personas la acción citada es pasiva, en otras activa y dinámica, pero lo cierto es que dependiendo de la situación, de nuestro temperamento y carácter, así actuaremos.
Tipos de motivación
Si algo es complejo de administrar es el recurso humano, porque la incidencia en su comportamiento es fiel reflejo de sus motivaciones familiares, sociales y laborales.
Algunas
veces usted se pregunta por qué el subalterno, compañero o jefe, cambia
de "personalidad". Ayer pasó y en forma alegre y amistosa, nos dio
un saludo fraternal. Hoy entró a la oficina, sin darnos al menos los buenos
días, incluso nos reprendió sin justificación alguna. Lo anterior tiene
su explicación en el poder de la motivación. A manera de ejemplo, la primera
vez probablemente pasó un día o noche anterior muy amena, tranquila y
sin dificultades. En la segunda, es probable que tuviera un disgusto
en el hogar, que haya tenido un accidente, una preocupación muy fuerte,
un conflicto con un amigo o vecino, etc. Estudios profundos, han establecido diversas motivaciones (necesidades) que actúan como fuerzas de impulsos, que incluso mantienen o modifican nuestro temperamento y nuestro carácter. No obstante, se ha observado que las más frecuentes en el medio ambiente laboral son las siguientes:
1.-
motivación por logro
Estos
cinco poderes motivacionales son factibles de maximizar en el campo organizacional,
siempre y cuando se ejerza un liderazgo efectivo por parte de los mandos
medios, superiores y de alto nivel. Todos los individuos las tenemos, unas con mayor intensidad que otras, pero normalmente, ellas inciden en la productividad organizacional. Son variables independientes que afectan la calidad del trabajo, los resultados obtenidos, y el aporte que cualquier individuo está dispuesto a ofrecer a la empresa donde trabaja.
Para tener una mejor panorámica de ellas a continuación haremos un resumen.
Motivación por logro
"La motivación por logro es un impulso por vencer desafíos, avanzar y crecer". Por ejemplo, si a un individuo en su familia, escuela, iglesia, amigos y libros le hacían hincapié en el logro personal, su actitud hacia la vida tendía a ser familiar. Si recalcaban las amistades y la afiliación, las motivaciones estaban dominadas por las actitudes sociales.
También se ha comprobado que los países que cuentan con un mayor número de personas motivadas hacia el logro personal, tienden a manifestar un desarrollo económico y social más rápido. Este tipo de motivación conduce a metas e impulsos más elevados, ya que las personas trabajan mejor y alcanzan adelantos más sobresalientes.
La gente orientada hacia los logros personales busca el triunfo "per se". No experimenta una "sed de dinero" particularmente fuerte, aunque puede adquirir riquezas en su esfuerzo por alcanzar el triunfo. Trabaja gracias a su deseo de vencer obstáculos, alcanzar metas y ser útiles a otros.
Motivación por competencia
"La
motivación por competencia es un impulso para realizar un trabajo de gran
calidad". Los empleados que siguen esta motivación se esfuerzan
por obtener un gran dominio de su trabajo y crecimiento profesional.
Generalmente buscan realizar buenos trabajos debido a la satisfacción
interna que obtienen de ello. Al realizar una tarea excelente, perciben
una profunda satisfacción interior por su triunfo. Las personas motivadas por la competencia esperan también que sus colaboradores desarrollen trabajos de gran calidad, y suelen impacientarse cuando estos realizan trabajos deficientes. De hecho, su impulso por el trabajo bien realizado puede ser tan grande que tienden a hacer caso omiso de la importancia de las relaciones humanas en el empleo.
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