Negociar
para entenderse
Mª
Ángeles Tejada
Pues
sí, parece que se abre una esperanza sobre la nueva forma de abordar
la negociación colectiva o cuanto menos se pretende imponer una
forma más realista para asumir la nueva forma de trabajar en el
futuro.
En
el fondo, todo se reduce a cambiar el sistema de "reglas y mandamientos"
a un sistema de "criterios" mucho más sensible a los cambios de
la sociedad y a la auténtica razón de ser de las empresas
y las personas que trabajan en ellas.
Simplemente,
se trataría de crear proyectos empresariales que permitieran
que la gente creciera de la misma forma que la corporación
que le paga el salario, por ello, se
debería exigir una formación equivalente a los retos
de innovación de la empresa.
También, más cooperación en los planes formativos
y de aprendizaje, distribuir el tiempo de trabajo de forma irregular
pero congruente con la actividad, conciliar trabajo y familia sin
perder de vista la exigencia de competitividad que exige producir
productos y servicios. Quizás, superar el concepto de recurso
humano por el de persona y su disponibilidad, lo que equivale a
implicación total en el proyecto, o lo que es lo mismo, la
misma exigencia de adecuación por ambas partes.
Porque si vamos a sentarnos en la mesa de negociación será
para comunicarnos, no sólo, para que una parte escuche y
otra informe.
En realidad, los emprendedores no deseamos que la gente que trabaja en
nuestros proyectos se limite a acatar lo que se dice, queremos que haya
interactividad y eso supone compromiso.
Mª
Ángeles Tejada
Consejera
Delegada del grupo Select