Los riesgos psico-sociales en el
trabajo (1)
Manuel
Velázquez Fernández
EL
CONCEPTO DE RIESGOS PSICOSOCIALES
Los
riesgos o "factores de riesgo" psicosociales se han definido
por la OIT (1986) como "las interacciones entre el contenido, la
organización y la gestión del trabajo y las condiciones
ambientales, por un lado, y las funciones y necesidades de los trabajadores,
por otro. Estas interacciones podrían ejercer una influencia nociva
en la salud de los trabajadores a través de sus percepciones y
experiencia".
En
los factores de riesgo psicosocial, según coinciden en señalar
diversos expertos, tales daños podrían no llegar a darse
o si se dan serían leves o fácilmente reversibles de ahí
que algunos prefieran la definición dada por Cox & Griffiths
(1995) que los definen como "aquellos aspectos de la concepción,
organización y gestión del trabajo así como de su
contexto social y ambiental que tienen la potencialidad de causar daños
físicos, sociales o psicológicos en los trabajadores"
. Los factores de riesgo psicosocial estarían, por lo tanto, más
ligados al objetivo de alcanzar un bienestar personal y social de los
trabajadores y una calidad en el trabajo y el empleo que a la clásica
perspectiva de la seguridad y salud en el trabajo de evitar la producción
de accidentes y enfermedades profesionales.
La
exposición a estos factores está íntimamente ligada
con la experiencia del estrés que podría ser definido
como "un estado psicológico que es parte y reflejo de un proceso
de interacción entre la persona y su entorno laboral". Sería
"el resultado de una exposición a una amplia gama de exigencias
o demandas laborales que pueden contribuir igualmente a una amplia gama
de consecuencias para la salud del trabajador. Es un enlace entre los
potenciales riesgos y los daños para la salud".
Otros
autores hablan del estrés como "el conjunto de reacciones
emocionales, cognitivas, fisiológicas y del comportamiento a ciertos
aspectos adversos o nocivos del contenido, la organización o el
entorno de trabajo. Es un estado que se caracteriza por altos niveles
de excitación y angustia, con la frecuente sensación de
no poder hacer frente a la situación".
El
concepto de estrés, sin embargo, no siempre tiene para todos los
expertos un valor negativo. "Determinados tipos o niveles de estrés
cumplen funciones positivas de estímulo y desarrollo y del mantenimiento
de la buena forma ante las situaciones de cambio e incertidumbre en las
que hay que desenvolverse", sin embargo el estrés "se
ha investigado como fuente de efectos negativos para el bienestar psicológico
y por lo tanto se ha investigado sobre todo en su vertiente de "distress"
coincidiendo de esta forma con el terreno propio de los llamados factores
de riesgo psicosocial.
LA
IMPORTANCIA DE LOS RIESGOS PSICOSOCIALES
En
los últimos años hemos asistido en el panorama de la seguridad
y salud en el trabajo a nivel internacional y muy especialmente a nivel
europeo a la emergencia de los estudios y análisis de lo que se
ha venido en llamar "nuevos riesgos" y dentro de ellos los que
se consideran de carácter psicosocial.
La
Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo llevó a cabo
en el año 2000 una encuesta entre todos los países de la
Unión Europea sobre necesidades de investigación y análisis
técnico resultando que los riesgos o factores de riesgo psicosocial
eran considerados los más prioritarios.
También
la última y muy reciente Comunicación de la Comisión
Europea de 11 de marzo de 2002 sobre "cómo adaptarse a los
cambios en la sociedad y en el mundo del trabajo: una nueva estrategia
comunitaria de salud y seguridad (2002-2006)" está plagada
de referencias a este tipo de riesgos laborales, entre ellas las siguientes:
- Para
empezar, hace hincapié en que se ha de "promover
un verdadero bienestar en el trabajo -físico, moral y
social-, que no se mida únicamente por la ausencia de
accidentes o enfermedades profesionales". Y en este nuevo
enfoque global se define como uno de los objetivos el de "prevenir
los riesgos sociales: el estrés, el acoso en el trabajo,
la depresión, la ansiedad y los riesgos asociados a la
dependencia del alcohol, las drogas o los medicamentos".
- Señala
que los servicios de prevención de las empresas deben ser
auténticamente multidisciplinares y deben incluir los riesgos
sociales y psicológicos.
- Habla
también de adaptar el actual marco normativo para la integración
en el mismo de algunos factores de riesgo psicosocial como el
acoso psicológico o la violencia en el trabajo.
- Indica
la realización por la propia Comisión Europea y
la Fundación de Dublín de una "recopilación
de datos y otras informaciones a fin de medir la incidencia de
estos fenómenos y definir indicadores de seguimiento".
- Y,
por último, manifiesta la conveniencia de que las instancias
del diálogo social aborden los nuevos riesgos y "en
particular el estrés, cuyo carácter multiforme -sobre
todo en razón de la amplia variedad de patologías
en que puede manifestarse- justifica plenamente un planteamiento
de estas características, que implique a los interlocutores
sociales".
Desde
mi punto de vista hay varios factores que contribuyen a explicar la emergencia
de estos nuevos riesgos a uno de los primeros planos de análisis
dentro de la prevención de riesgos laborales:
- En
primer lugar, los cambios en las formas de trabajo. "El
trabajo está evolucionando de ser predominantemente una
actividad física a una actividad mental, de solución
de problemas, de gestión del conocimiento, etc."
lo que "implica gestionar la incertidumbre y la ambigüedad".
Este cambio en las formas de trabajo se puede manifestar de
muy diversas maneras. Puede traducirse en una mayor especialización
de los trabajadores con más trabajo repetitivo y presiones
de tiempo incrementadas. O bien en un "incremento del trabajo
en equipo y los equipos de trabajo", en los que se "difuminan
los límites de la definición de puestos"
y existe una mayor "flexibilidad y versatilidad" en
el contenido de la relación laboral por la diversificación
de formas contractuales laborales y la multiplicidad de funciones
o polivalencias, que por una parte pueden aumentar el estrés
por la mayor intensificación del trabajo y la mayor dificultad
para asegurar una carga de trabajo idéntica pero que
por otro lado puede producir una mayor satisfacción de
los trabajadores, al considerarlo un trabajo más interesante.
- Se
trata, en segundo lugar, de riesgos que se asocian más
a la actividad propia del sector servicios. Este sector
ha pasado a ser con diferencia el predominante en nuestras economías
y el de mayor potencialidad de crecimiento en la creación
de nuevos puestos de trabajo, con nuevas organizaciones en forma
de subcontratación, externalización o outsourcing
u organizaciones en forma de red que limitan la jerarquía
y aumentan la complejidad de las relaciones de trabajo para
convertirlas en relaciones de mercado o proveedor-cliente
evaluadas conforme a la calidad del servicio que se proporciona
a los clientes internos o externos.
- Se
trata además de riesgos bastante ligados al uso de tecnologías
de la información. La utilización generalizada
de aparatos electrónicos, que en principio facilitan
al trabajador la ejecución de tareas y su realización
con mayor autonomía organizativa, ha significado también
una mayor disponibilidad temporal y dependencia personal del
trabajador a su empresario sin límites de horario o de
jornada demasiado claros.
- Son
riesgos con una importante incidencia oculta: siempre
han existido pero por no tener apenas trascendencia en las cifras
oficiales de siniestralidad no han tenido prioridad para los
agentes de la prevención. En los países en que
se ha podido reducir muy sustancialmente la cifra de siniestros
por las causas tradicionales (de seguridad e higiene en el trabajo)
se ha visto que el absentismo laboral que aún se sigue
produciendo depende en gran medida de estos factores hasta ahora
no tenidos en cuenta. Se trata de promover, por tanto, un enfoque
global en el análisis de las condiciones de trabajo que
examine y tenga en cuenta también factores internos hasta
ahora ignorados (como la organización y la gestión
de la empresa) o incluso también externos (vínculos
familiares, concepciones ideológicas y culturales, adicción
al consumo de drogas, etc.)
- Por
último, hacer también hincapié en que el
rebrote de estos factores como una de las mayores causas de
riesgo laboral también puede estar en sintonía
con una economía cada vez más globalizada y competitiva
que repercute en los trabajadores en forma de mayores ritmos
de trabajo para el incremento de la productividad, más
horas de trabajo o de tiempo a disposición del empresario,
y en consecuencia mayor fatiga y menor tiempo de descanso u
ocio.
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